la vida es ascojonante
Aviso.
Esto no va de aumentar tus ventas ni de escritura persuasiva.
Esto va de normalizar nuestros fallos y fracasos.
Esto va de aceptar que somos y seguiremos siendo humanos.
Esto va de ponerle letra a sentimientos que, seguramente y sin saberlo, tú y yo hemos compartido en algún momento de nuestras vidas.
Y es que, como dijo Gabriel García Márquez, quien antes de ser Premio Nobel en Literatura, fue redactor publicitario: «La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.»
– A veces lo intentas y todo se apaga. A veces lo asumes y continúas. A veces simplemente no puedes. Y eso está bien. Tú solo respira.
– De eso va esto. De mirarse en el espejo cada maldito día de tu vida y no dejar de sonreír a quien ves frente a ti. Solo ahí encontrarás la condenada respuesta.
– Aceptemos las dudas, los miedos y los mil y un errores. Aceptemos que hasta el alma más pura y el corazón más hermoso han sufrido. Porque somos de quien nos quiere bonito. Porque querer así, no es nada sencillo.
– Que entiendan tus momentos de locura y extiendan su mano en tus fracasos. Esos ángeles humanos, siempre cerca de ti.
– Comprometerse en un mundo repleto de opciones es el destino que solo eligen unos pocos valientes.
– Nada es fácil. Ni uno mismo lo es. Normalicémoslo de una maldita vez.
– Seamos salvajemente sinceros. Seamos conversaciones incómodas abarrotadas de comprensión. Seamos siempre eso, tú y yo.
– Entre la magia de coincidir y lo absurdo de perderse solo habitan nuestras ridículas expectativas.
– Perdonemos a los que no acabaron siendo lo que pensábamos. Perdonémonos.
– En tiempos donde arrastramos carencias y mierdas del pasado, tengamos cuidado de no joder lo que ahora nos haga sentir apreciados.
– Mírate más. Háblate más. Sonríete más. Huélete más. Tócate más. Disfrútate más. ¡Ámate más! ¡Ámate sin parar!
– Aprender a estar solo, es tenerlo todo.
– Momentos. Eso somos. A veces cercanos y en un instante, simples extraños. Eso somos. Esporádicos.
– Solo tú tienes el poder de reescribir el próximo capítulo de tu vida. Tú y solo tú. A la mierda los recuerdos que intenten ensuciar tus primeras nuevas líneas.
– Y de repente, todo se enciende. Las miradas. Las sonrisas. Las caricias. Las ganas. Y de repente, el amor propio vuelve.
– Entrégate a quien te ponga la vida de punta. Entrégate a sus insoportables tormentas. Conviértete en su mayor faro. Conviértete en su mejor regalo.
– Seamos intensos, porque vivir cada segundo como el último no es algo malo. Es mágico.
– No hay nada más perfecto que lo brevemente imperfecto. Un corazón roto reconstruyéndose de nuevo. Una mirada dulce con ojos que ocultan mil y más miedos. Un alma pura en ruinas por dentro. Nada parece perfecto, pero pronto descubrirás que nunca dejó de serlo.
– Pongamos de moda volver a ser valientes, como si nada nos haya roto por dentro antes.
– Hablemos sin miedo, mirándonos, caóticos, respetándonos imperfectos. Escuchemos a tiempo, aceptándonos, sin juzgarnos, sosteniéndonos indefensos. Y es ahí cuando lo efímero mudará en algo eterno.
– Tente paciencia hasta en los momentos de mayor caos. Cáete y levántate las veces que sean necesarias. Eres algo hermosamente imperfecto. Eres un jodido regalo en esta áspera vida. Tatúatelo hasta en el puñetero alma.
– Aprendamos a vivir sin ataduras, sin miedos, en calma y a nuestro ritmo. Porque el tiempo finalmente nos enseña que no hay nada más importante que vivir en paz con uno mismo.
– Y volveré a vivir otra historia tan hermosa como imperfecta, porque o lo doy todo o no doy nada, porque entregarse a medias es de gente canalla.
– Lo bonito es efímero. Lo real es eterno, impune al tiempo. Aunque vulnerable, siempre será más bello.
– Bésame las ilusiones y acaríciame lo sueños. Que tú y yo pasemos el resto de nuestros días descubriéndonos. Seamos siempre eso. Comienzos.
– Surgirán días con interminables horas de lucha interna. Son inevitables. Son jodidos. No te rindas. No te vengas abajo. No desesperes. O hazlo. Estás en tu puto derecho. Tú solo respira.
– Lealtad y comprensión. La combinación más seductora en cualquier tipo de relación.
– Qué bonito ver cómo las heridas que nunca imaginabas cerrar, se cierran para no volver a abrirse nunca más. Qué bonito, sanar.
– Arráncate esos viejos recuerdos. No luches más contra ellos. Perderás a los nuevos, los que llegan a lo lejos. Atrévete a empezar de cero.
– Enamórate, sí. Enamórate una y otra vez de ti.