Momento de ponerse serio.
Prepárate.

No hay más preguntas, señoría.
Na.
Es broma.
Claro que hay más preguntas.
Prepárate (segundo intento)
Me flipa mucho la cantidad de Illuminati que hay por todas partes vendiéndonos la idea de que la IA solucionará nuestros problemas económicos sin apenas esfuerzo.
¿En serio?
Crea un e-book con ayuda de la IA y véndelo en Canva ¡de la noche a la mañana!
Apúntate a mi newsletter y recibirás los más increíbles prompts para hacer que tus contenidos pasen de irrelevantes a irresistibles.
Saber usar ChatGPT (de verdad) te diferenciará del resto. ¡MASTERCLASS GRATUITA!
¿En serio te crees todo esto?
Pues déjame decirte algo.
No sigas leyendo.
Tú y yo no conseguiremos llegar a nada.
Y nada es, nada.
¿Que porqué?
Pues mira.
Muy sencillo.
No sé si has leído en alguna parte que respeto demasiado a mis clientes.
Y al igual que a ellos, también le tengo mucho respeto a nuestro árbol filogenético y a los 500 millones de años que llevamos desarrollando nuestro tejido nervioso y sus correspondientes agrupaciones neuronales.
Millones de años de evolución.
Autoconsciencia.
Toma de decisiones a partir de experiencias.
Capacidad de experimentar en uno mismo los sentimientos ajenos.
Cositas.
La IA lo sabe y cuando le haces preguntas algo más profundas te da todas las claves.
¿Has visto la captura de arriba?
No hay más preguntas, señoría.
Na, también es broma.
Seguimos (último intento)
Que conste que no tengo nada contra la IA.
Es más.
La utilizo a diario para otro tipo de menesteres y la considero (y tú también deberías de hacerlo) un magnífico apoyo estratégico para cualquier tipo de negocio.
Además de ayudar a impulsar las ventas de negocios en horas bajas, también dedico mucho tiempo al autocrecimiento.
Y la Inteligencia Artificial, en esto, sí ayuda.
Ejemplos.
No soy diseñador, pero sigo muy de cerca metodologías que aplico en otros aspectos de la vida. Design Thinking, Align, Build and Embed (ABE), Empathic and Emotional Design y otras tantas terminologías anglosajonas toca pelotas.
No soy economista, pero investigo siempre que puedo todo lo relacionado con la economía conductual y el estrés financiero.
No soy psicoterapeuta, pero me hipnotiza la evolución de la psicología como ciencia aplicada en la toma de decisiones, especialmente en los factores emocionales y cognitivos.
¿Te suenan de algo?
Por tu bien, espero que sí.
Para este tipo de cosas, la IA sí ayuda.
Te ahorra tiempo y eso es como tener un amigo que te regala un domingo de barbacoa y cerveza fría.
Pero si buscas la conexión emocional perfecta entre el consumidor y tu marca necesitaremos enfocarnos en una estrategia completamente distinta.
¿Adivinas cuál?
EMPATÍA
Una vez más.
EMPATÍA
Y en esto, la IA no ayuda.
Y tú, ¿con cuál te quedas?
Ahora sí que sí.
No hay más preguntas, señoría.